Productos

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La zona de producción, por su larga tradición apícola, constituye una de las zonas más relevantes de la región extremeña donde los apicultores llevan siglos aprovechándose de la flora autóctona. La adopción del nombre “Miel Villuercas-Ibores” responde al hecho del prestigio histórico de la miel en esta zona, del manejo y técnicas de acondicionamiento, tradicional y artesanal, y las especiales cualidades de la miel, consecuencia del medio natural en el que se lleva a cabo su producción.

 

Además, a diferencia de otras comarcas de Extremadura, no se realiza trashumancia, por lo que se obtiene una miel homogénea en cuanto a la flora de la zona, y cuyas peculiares características se deben únicamente a la conjunción de los factores naturales y humanos del ámbito geográfico de la DOP Miel Villuercas-Ibores.

 

Otra característica fundamental del proceso es que se deja la miel del último corte para que la colmena coma. De esta forma los apicultores de la zona efectúan un aprovechamiento del colmenar de forma no intensiva. De esta manera se respeta el bienestar de la abeja y se lleva a cabo la sostenibilidad de la colmena, manteniéndose a las en plenas condiciones.

Sacrificamos cantidad por calidad

Al no permitirse la trashumancia, tenemos una producción mucho más baja que el resto de apicultores. Ya que una colmena trashumante produce de media unos 30 kg por colmena y las nuestra producen de media 10 kg por colmena.

Como prueba del sistema de producción tradicional que se lleva a cabo son los valores de los parámetros que se obtienen en el producto final indicadores de la alta calidad de la miel:

 

  1. Valores bajos característicos de HMF, indicativo de frescura y de una forma de producción artesanal.
  2. Valores de humedad bajos, indicativo de madurez que se obtienen debido a que el panal se mantiene operculado al no trabajar de forma intensiva.
  3. Valores altos de actividad diastásica, debidos a la frescura de la miel.
  4. Valores de conductividad eléctrica y propiedades organolépticas característicos del tipo de polen de las plantas que se obtiene.
  5. Relación causal entre la zona geográfica y la calidad o las características del producto.
  6. El estudio de los diferentes espectros polínicos han permitido definir los marcadores geográficos que caracterizan la “Miel Villuercas-Ibores”, es decir, del polen de toda su flora, presentándose unos perfiles polínicos homogéneos propios de la zona y la no existencia de más de un 1% de pólenes de plantas cultivadas o no autóctonas dentro de su perfil.

 

Un elemento diferenciador de esta zona es la miel de mielada. Esta miel se obtiene al ser el recurso que las abejas tienen en los meses de septiembre y octubre cuando está acabando la floración o ha terminado completamente y no disponen de néctar para obtener la miel, y obtienen el alimento de las secreciones de las partes vivas de las plantas de la familia Fagaceae o que se encuentran sobre ellas, por la acción de ciertos insectos. De esta manera se produce la supervivencia de las abejas en estos meses que no hay néctar y no se realiza la trashumancia a otras zonas donde hay floración.

Tipos de mieles

Cuatro son los tipos de mieles que se producen en la zona y que se envasan bajo la contraetiqueta de la Denominación de Origen Protegida:

Se produce sobre todo en las áreas de montaña. El castaño aporta buena cantidad de néctar para la elaboración de la miel y, dependiendo de la climatología, puede aportar pequeñas cantidades de mielato al final del verano, que matizan las características sensoriales de estas mieles. Las mieles de castaño tienen un olor fuerte y penetrante y un sabor característico, a ``manzana madura``, retrogusto amargo y astringente por la presencia de taninos. El color es ámbar oscuro, con bellos matices verdosos y rojizos.

Recolectada del néctar de la flor de la Retama sphaerocarpa. Con un aroma específico y muy aromático, con un sabor dulce y agradable, de color ámbar claro llegando a oscuro con reflejos rojizos.

Se trata de miel cuyo color puede variar desde el ámbar al ámbar oscuro, puede cristalizar; tiene un olor con matices florales o vegetales y su sabor es ligeramente ácido, salado o amargo según las plantas principales que le han dado origen.

Es una miel no extraída del polen o el néctar de las flores, sino que es la obtenida principalmente a partir de las secreciones de las partes vivas de las plantas o que se encuentra sobre ellas, por la acción de ciertos insectos. Tiene un olor característico muy intenso, con un sabor malteado peculiar, y su color es muy oscuro, con reflejos verdosos o rojizos. Su recolección se lleva a cabo principalmente al final del verano, cuando la presencia de plantas en flor en las áreas de pecoreo o la menor del año.